miércoles, 25 de septiembre de 2013

Epilogo

Si chicas se termino la nove solo quiero decirles gracias, gracias por todos sus comentarios sus locuras tus amenazas marines que por un momento dije che esta mina me va a matar de loca y después estaba que me moría de la risa de tus comentarios y roció que ahora ultimo se prendió un montón con la nove y eso me encanta, espero que les guste el final y nada chicas disfrútenlos... otra cosita  mñn subiré 3 opciones de Nove y ustedes tendrán que elegir una.... bueno no las jodo mas disfruten el ultimo cap chau 
GRACIAS




Se había prometido que jamás volvería a sufrir, pero oía sus gritos de angustia, aunque sabía que estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por que no se la oyera. ¿No iba a terminar nunca su agonía?
—¿Quieres dejar de pasearte? Me estás mareando.
Peter le lanzó una mirada furiosa a Weddington, sentado en un banco del pasillo, a la puerta del dormitorio del duque. Todos los herederos de Killingsworth habían nacido en aquella cama. Era casi medianoche cuando Lali había despertado a Peter para comunicarle que necesitaba que la trasladaran. Él había tomado por costumbre dormir en la habitación de ella. La prefería a la suya. Después de todo, era donde siempre podía encontrarla, estrecharla entre sus brazos y escuchar su suave respiración durante la noche. Era donde hacían el amor, se susurraban secretos y compartían sueños, donde se dejaba vencer por el sueño, queriéndola cada día más.
—Lleva más de dieciocho horas.
—Tranquilo, no es tan malo como parece.
—Para ti es muy fácil decirlo. Eleanor sólo ha pasado por esto una vez. Lali ya lo ha hecho hoy dos veces, y eso no le está facilitando las cosas.
Peter lamentó sus palabras en cuanto pudo ver el rostro de Weddington.
—Lo siento, Weddington.
—Parece que vais a tener dónde elegir, amigo mío, todo servido en el mismo día. Que lo disfrutéis. Eleanor está desesperada por tener otro hijo. Tal vez podríais darnos uno de los vuestros.
—No lo creo, y perdona lo que te he dicho. Es que...
Lali enmudeció, pero se oyeron otros sonidos. Luego, se abrió la puerta y Eleanor se asomó.
—Ya está.
Peter soltó un gran suspiro de alivio.
—Entonces, ¿sólo han sido dos?
—No, han sido tres.
—¿Tres?
Ella asintió con la cabeza, esbozando una sonrisa pícara.
—Pronto estarán listos para conocer a su padre.
—¿Y Lali? ¿Cuándo puedo verla?
—En seguida. También hay que prepararla.
—¿Está bien?
—Está estupendamente, teniendo en cuenta lo que acaba de pasar.
—¿Qué acaba de pasar?
Eleanor se rió.
—Que ha parido tres bebés. Weddy, dile que se tranquilice y que no se preocupe.
—Lo he intentado, princesa, pero no me hace caso.
Eleanor le cerró la puerta en las narices, y Peter se apoyó en la pared; las piernas ya no le aguantaban más.
—Tres —repitió.
Pasó una eternidad hasta que salió el médico y Eleanor le hizo una seña a Peter para que entrara en el dormitorio. Lali estaba tumbada en la cama, con tres pequeños bultos junto a su costado que, de algún modo, rodeaba con su brazo. Peter se arrodilló al lado de la cama.
—Ay, Peter, mira lo pequeñitas que son.
—Son tres —señaló, impresionado por su extraordinaria belleza. A pesar de sus rostros arrugados y su piel rosada, eran preciosas. Hacía tiempo que había dejado de contar las cosas que el engaño de su hermano le había arrebatado, y, en cambio, había empezado a agradecerle todo lo que le había traído: a Lali y ahora a tres hijas.
—Sí.
—Lo único que puedo decir es que menos mal que son niñas. Ni un solo heredero entre ellas.
No deseaba en absoluto que su primogénito tuviera un hermano gemelo. No quería que su heredero tuviera que pasar por lo que había pasado él. No deseaba un segundo hijo varón que perdiera el norte, como su hermano John. Peter continuaba visitándolo una vez por semana, pero siempre era difícil y decepcionante, porque John seguía convencido de que él era el heredero legítimo, y que Lali le pertenecía. Peter no tenía ni idea de cómo hacerle razonar, de cómo ayudarlo.
Curiosamente, la hermana de Lali había empezado a visitar también a John. «Me fascina —había dicho Diana en una ocasión—. Nunca es exactamente el mismo hombre.»
Tenía con él una paciencia infinita, y Peter no podía evitar preguntarse si quizá sería ella la clave de su salvación, porque su mayor deseo era recuperar al hermano al que había conocido de niño.
—Solucionaré ese contratiempo la próxima vez —le aseguró Lali.
Él se inclinó para besarla.
—Gracias por tener niñas esta vez.
—Pensaba que a los duques no les gustaba tener hijas salvo si ya tenían hijos.
—Yo soy feliz con lo que tú me des.
—La próxima vez te daré un varón.
—Si no, seguiremos intentándolo hasta que lo consigamos.
Ella se rió.
—Aunque lo consigamos, más te vale seguir intentándolo.
—Lo haré. Te lo prometo.
Y ella sabía que era una promesa que podía cumplir.
En los años que siguieron...
Se dice de Peter Lanzani, duque de Killingsworth, que ningún otro hombre luchó más diligentemente ni con mayor determinación que él por los derechos de los presos y la reforma de las prisiones.

También se dice del duque que ningún otro hombre amó tanto a su esposa y a sus hijos.

4 comentarios:

  1. Hay que bonito final, aplausos de pie, muy linda la nove <3 <3
    en mi defensa digo que usted señorita Natali me hizo sufrir como nunca con la nove, estas palabras de ( che no sabes lo que se viene) me matabas jajaja
    en fin muy linda la nove <3
    espero la siguiente :)
    Besitos
    Marines

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  2. Me encantan los finales que tiene estas noves!!! Estaba llorando.... trillizas!!!! Yo leia el blog desde la otra nove solo que no comentaba por que mi compu me odiaba y leia desde el cel!!! Ahora voy a comentar siempre

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  3. Menos mal que llevaron a John al loquero si soy re mala!!!

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  4. Ame la Nove, jaja Por los menos fueron nenas porque si no que quilombo, Lei todo tu Blog amo como escribis*-*

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